Existen 3 tipos de afectación de la piel específicos del lupus, agravados por la exposición al sol:

El lupus cutáneo agudo, que es una erupción roja que aparece de forma simétrica en la nariz y los pómulos, el escote o las extremidades, y tiene forma de mariposa, de ahí el logotipo de muchos grupos de lupus, o de máscara de carnaval, con aspecto de ojos de lobo, de ahí el nombre de lupus. El lupus cutáneo agudo desaparece sin dejar secuelas. En la piel oscura, a veces pueden quedar cicatrices hiperpigmentadas (más oscuras).

El lupus cutáneo subagudo, que es una erupción en placa anular o policíclica. Aparece fácilmente en las extremidades y el tronco. La mayoría de las veces desaparece sin dejar rastro, pero a veces puede dejar cicatrices pigmentadas.

Lupus cutáneo crónico (cuya forma más común es el lupus discoide). Se trata de manchas rojas bien definidas con escamas gruesas, que se localizan en la cara, las orejas y el cuero cabelludo. El centro de la erupción es blanquecino y corresponde a tejidos cicatrizados.

Este centro blanquecino es permanente. En el cuero cabelludo, se provoca una pérdida de cabello (alopecia) en placas que suele ser permanente.