SÍ, los ganglios linfáticos pueden aumentar de tamaño (adenomegalia o linfadenopatía) cuando el lupus está activo. Se trata de ganglios linfáticos inflamatorios que no justifican un tratamiento especial. Son testimonio de la activación del sistema inmunitario que acompaña al brote de la enfermedad y retroceden con su control. No obstante, algunos pueden persistir en el tiempo.
Sin embargo, la linfadenopatía puede observarse en otras enfermedades, infecciosas o tumorales, lo que justifica un análisis específico. A veces es necesario extirpar quirúrgicamente uno de estos ganglios, para analizarlo al microscopio, en particular para buscar microbios.
Los ganglios linfáticos pueden ser evidentes durante los brotes de lupus
> Cuando los ganglios linfáticos persisten o tienen un aspecto inusual, a veces se justifica una biopsia quirúrgica.