Las consecuencias del lupus en el embarazo conllevan esencialmente un mayor riesgo de::
> Abortos espontáneos tempranos recurrentes o muerte fetal (asociados a la presencia de anticuerpos antifosfolipídicos), prematuridad o hipotrofia (bajo peso al nacer).
> El lupus neonatal (asociado a la presencia de anticuerpos anti-SSA o anti-SSB).
Las consecuencias del embarazo en el lupus son principalmente el riesgo de un brote de la enfermedad y/o el empeoramiento de los síntomas del lupus, incluida la enfermedad renal.
Estos riesgos pueden limitarse considerablemente tomando ciertas precauciones (véase la pregunta 4).
Las pacientes con lupus también tienen un mayor riesgo de sufrir una complicación del embarazo llamada preeclampsia, en la que se produce una gran crisis hipertensiva con riesgo de trastornos hemorrágicos.