Prevenir la hipertensión arterial:

Para evitar la hipertensión arterial, a veces se sugiere una dieta "sin sal" en caso de tratamiento con glucocorticoides. De hecho, la dieta "baja en sal" es sólo para los pacientes que reciben altas dosis de glucocorticoides (>15 mg/d). El evitar simplemente los alimentos salados (cacahuetes, patatas fritas...) suele ser suficiente. En los demás casos (los más frecuentes), no es necesario restringir la sal.

Prevención y tratamiento de la pérdida de sal (potasio)

Dado que los glucocorticoides provocan la pérdida de potasio, se requiere la ingesta de potasio por vía oral cuando se prescriben glucocorticoides en dosis medias o altas (normalmente por encima de 15 mg/día), pero esto también depende de los tratamientos asociados. La pérdida de potasio es muy rara en los niños.

Prevenir el riesgo de diabetes, el aumento de peso y el colesterol anormal

Para evitar el aumento de peso y los posibles trastornos metabólicos (como el colesterol alto y la diabetes), se suele sugerir una dieta baja en grasas y azúcares. Evite o limite la cantidad de azúcar (tanto los azúcares rápidos como los lentos que están presentes en los alimentos con almidón: pasta, pan, arroz, manzanas, patatas, sémola, etc.), no coma entre horas y no aumente la ingesta de alimentos. El ejercicio regular también aumentará la quema de calorías y ayudará a prevenir el aumento de peso.

Prevenir el riesgo de fragilidad ósea (osteoporosis)

Para prevenir la osteoporosis, se aconseja una dieta rica en calcio. La ingesta diaria recomendada de calcio se cubre en la mayoría de los casos con una dieta equilibrada, pero si no es así, es necesaria una prescripción complementaria de calcio. Es conveniente una prescripción de vitamina D asociada. También es necesaria la práctica regular de ejercicios adecuados, para estimular las células óseas y tonificar los músculos. Por último, para luchar contra la osteoporosis, sobre todo después de la menopausia, pueden ser útiles algunos fármacos anti-osteoporóticos, llamados bisfosfonatos, que se prescriben desde el inicio del tratamiento con glucocorticoides en los adultos.

Estas fórmulas no interfieren con la toma de medicamentos eficaces contra el lupus.

Prevenir las infecciones:Para evitar infecciones graves, hay que consultar rápidamente al médico en caso de fiebre o de síntomas que semejan una infección (tos, ardores urinarios, sarpullido...). Los cuidados regulares de higiene personal (cepillado de dientes, aseo íntimo) deben ser draconianos, y se puede aconsejar el uso de gel hidroalcohólico para las manos, sobre todo si también se está llevando a cabo una terapia inmunodepresora. La cartilla de vacunación debe estar al día. La vacunación antineumocócica se recomienda sistemáticamente en los pacientes con lupus, y también se recomienda la vacuna contra la gripe, especialmente en caso de terapia inmunodepresora o en caso de embarazo planificado.

No existe ninguna medida específica para evitar la aterosclerosis acelerada, aparte de dejar de fumar. Este riesgo es aún mayor cuando el tratamiento con glucocorticoides se asocia a otros factores que la promueven, como la obesidad, el colesterol elevado y/o la menopausia. Es sobre estos factores, posiblemente asociados entre sí, sobre los que hay que saber actuar si fuera necesario (dieta, fármacos para bajar los niveles de colesterol).

El aprendizaje de todas estas medidas puede adquirirse durante las sesiones de educación terapéutica o reuniéndose con un dietista. Por último, la mejor manera de evitar los efectos adversos de los glucocorticoides es utilizar la dosis mínima eficaz, e incluso suspender este tratamiento en caso de remisión, de acuerdo con su médico. Debe evitarse la automedicación.