Tanto los pacientes como los médicos se sienten a menudo frustrados por la falta de tiempo en las citas hospitalarias. En unos pocos países, los hospitales permiten citas de doble duración. Además, pueden pasar varios meses entre una cita y otra. Por eso es muy importante preparar la visita para aprovechar al máximo el poco tiempo disponible.
Antes de la cita:
- Prepare una lista de preguntas y ordénalas por orden de importancia, ya que puede que no haya suficiente tiempo para responder a todas ellas en una sola cita.
- En ese momento, piense y anote cualquier cosa que valga la pena mencionar sobre el lupus o que haya influido en su salud en general desde la última visita.
- Si su médico de cabecera u otro especialista le ha recetado una nueva medicación, anótala.
- Comprueba si todavía tienes recetas para los medicamentos que necesita. Anote las cosas que puedan faltar.
- Piense también en una frase clara de cómo se siente en este momento, y cómo está su lupus.
- Vístase adecuadamente y póngase algo que sea fácil de quitar en caso de examen médico.
- ¡No olvide llevar su cuaderno de notas a la cita!
En la cita,
- Concéntrese y mantenga al mínimo la conversación no relacionada con la visita.
- Sea honesto sobre sus síntomas, sus rutinas y la adherencia al tratamiento.
- Asegúrese de discutir primero las preguntas más importantes de la lista (si tiene miedo de que se le escape algo, ¿por qué no le entrega la lista al médico?)
- No dude en pedirle al médico que le explique o le vuelva a explicar algo que no entiende.
- Si le recetan algún medicamento nuevo, pregúntele por qué es importante que lo tome y si hay que saber algo especial sobre él, como efectos secundarios temporales o a largo plazo.
- Si tiene habitualmente problemas de memoria, no dude en anotar las cosas importantes, o pídale al médico que le anote las instrucciones.
Muchos pacientes tienen dificultades para tomar su medicación según lo prescrito. Es muy importante que hable abiertamente de esto con su médico. Sea claro con los medicamentos que toma, y con los que a veces o regularmente "olvida" o "ajusta". Esto ayudará a su médico a realizar los ajustes apropiados en su tratamiento y a trabajar con usted para controlar mejor su lupus y sus síntomas. Si el médico no conoce la realidad sobre su "adherencia al tratamiento", puede recetar fármacos que tienen una mayor propensión a causar efectos secundarios o que deben administrarse en cantidades superiores a la medicación que ya está tomando.
Al final de la visita:
- Repita en voz alta las instrucciones que ha recibido, si las hay.
- Revise su lista para asegurarse de que no ha olvidado nada importante.
- Pregunte si su médico de cabecera recibirá un resumen de esta visita. Es importante que su médico de cabecera esté al día sobre la evolución de su lupus. Si no está prevista ninguna carta, asegúrese de anotar los mensajes clave que debe transmitirle.
- Si su hospital cuenta con una "enfermera de lupus", no dude en pasar por su consulta, comentarle cuáles han sido las principales conclusiones de su visita y hacerle las preguntas que hayan quedado pendientes.
- Después de unas cuantas citas, piense en su relación con el médico; ¿confía en él para que se ocupe adecuadamente de su lupus? ¿Es buena la relación? Si no es así, tal vez deba considerar la posibilidad de pedir que le atienda otro profesional.