ENTENDER MEJOR CÓMO VIVIR CON LUPUS

¿Tengo que dejar de trabajar a causa del lupus? ¿Qué posibilidades tengo cuando la enfermedad ya no me permite realizar mi trabajo?

Los pacientes con lupus suelen mantener una actividad profesional. El lupus obliga a veces a redefinir el proyecto profesional o a dejar de trabajar, especialmente a causa de la fatiga. Es difícil enumerar todas las situaciones en las que se puede dejar de trabajar cuando se tiene lupus sistémico. En la práctica, se distingue entre situaciones agudas y crónicas. En las situaciones agudas, cualquier complicación progresiva del lupus sistémico, como la aparición de poliartritis, daño renal, neumonitis infecciosa que justifique la hospitalización, requerirá interrumpir el trabajo, cuya duración dependerá de la situación exacta, hasta que sea posible retomarlo. De forma más definitiva, según el tipo de profesión y, sobre todo de acuerdo con el grado de discapacidad, puede ser necesaria una interrupción del trabajo prolongada. Podemos mencionar la insuficiencia renal terminal que requiere diálisis. Hay que distinguir entre la incapacidad temporal para el trabajo, que puede justificar la prescripción de una baja laboral de duración determinada, y la incapacidad permanente vinculada a un empeoramiento del lupus sistémico. Según el contexto, esto puede justificar la reubicación profesional o, eventualmente, la invalidez.

El cansancio crónico suele estar presente durante el lupus y a veces requiere un cambio en el proyecto profesional.