En sentido estricto, hoy en día no existe ningún tratamiento que erradique el lupus "para siempre", pero en la mayoría de los casos, es posible tratar el lupus de forma que la persona pueda llevar una vida normal, con un lupus "dormido" durante periodos prolongados. En algunos casos, el lupus puede "desaparecer" espontáneamente, en particular en el periodo posterior a la menopausia, pero no en todos los casos. Sin embargo, ningún médico puede comprometerse a "curar" el lupus sistémico hoy en día, ya que los tratamientos existentes, incluidas las bioterapias modernas, tienen como objetivo principal el control de la enfermedad. Hoy en día, no existe ningún tratamiento que corrija el desencadenamiento inicial del lupus "de una vez por todas".

De hecho, hay que distinguir dos "grados" de curación:

La desaparición sostenible (a lo largo de varios años) de todos los síntomas cuando se han interrumpido los tratamientos (primero se dejan los corticoides y luego la hidroxicloroquina). Esto es bastante común alrededor de los 50-55 años; es decir, después de la menopausia.

También se describen recuperaciones más tempranas, especialmente después de un tratamiento inmunosupresor. Como precaución, se habla de remisión prolongada porque los anticuerpos antinucleares suelen permanecer en la sangre. Su negatividad duradera, que constituye una "curación real", es posible pero mucho más rara.

En la mayoría de los casos, el tratamiento ayudará a mantener la enfermedad en un nivel de actividad bajo, eliminando la mayoría de sus efectos. Pero un seguimiento regular, el cumplimiento cuidadoso del tratamiento continuado y las medidas de precaución, como evitar la exposición al sol, seguirán siendo de suma importancia.