SÍ, no hay ninguna razón por la que el lupus deba impedirle tener una vida sexual normal... ¡ ya sea mujer u hombre!
En las mujeres, los problemas más frecuentes son psicológicos.
La enfermedad, que suele afectar a mujeres jóvenes, puede provocar una pérdida de confianza en sí mismas y puede ir acompañada de una disminución de la libido. Esta pérdida de confianza puede verse acentuada por las dificultades para encontrar un anticonceptivo eficaz, ya que, en el lupus activo, es mejor evitar las píldoras que contienen estrógenos.
El problema de la sexualidad a menudo no se discute con el médico de referencia, pero para resolverlo sería necesario desmitificarlo y discutirlo. En algunos casos, la vida sexual puede verse perjudicada por dificultades inherentes a la enfermedad, como la existencia de mucosas vaginales secas (síndrome de Sjögren), o infecciones vaginales frecuentes (micosis) relacionadas con la toma de medicamentos, incluidos los glucocorticoides. Para evitar estos inconvenientes, se puede sugerir, en colaboración con el ginecólogo, el uso de cápsulas hidratantes para la mucosa vaginal y medidas para reducir el riesgo de micosis.
En los hombres, a veces se producen trastornos de la libido o de la erección, pero las anomalías orgánicas, como los trastornos circulatorios, son muy raras. Lo más frecuente es que sean psicológicas, o a veces relacionadas con la toma de un medicamento, o con una desregulación hormonal. Es importante hablar de esto con el médico y realizar exámenes complementarios que ayuden a comprender estas anomalías.
Es posible llevar una vida sexual completamente normal con el lupus. Debe hablar con su médico para superar algunos temores y asegurarse de que no habrá problemas, incluso en lo que respecta a la anticoncepción.