NO, se debe resistir a esta tentación por 2 reglas:
Primera regla sencilla: nunca suspender los glucocorticoides de forma brusca.
Segunda regla: no considere que estos tratamientos son inofensivos y no aumente o disminuya la dosis sin consejo médico.
Siga la prescripción médica al pie de la letra. Si siente la necesidad de reajustarla, discuta las posibilidades con su médico: por un lado, la flexibilidad de la dosis (cuántos miligramos de glucocorticoides puede bajar o aumentar usted mismo), por otro lado el ritmo (después de cuánto tiempo puede cambiar la dosis).