Una enfermedad autoinmune es la consecuencia de la hiperactividad de un sistema inmunitario que va más allá de su función de defensa contra agentes externos y ataca a las propias células del organismo. Los glóbulos blancos llamados linfocitos están "anormalmente" activados por elementos externos que perturban el sistema inmunitario de los pacientes que tienen predisposición genética. Estos linfocitos activados "atacan" por tanto a los tejidos actuando, bien directamente como linfocitos T, o a través de autoanticuerpos producidos por los linfocitos B.
Esta agresión tisular provocará una reacción inflamatoria en la que intervienen otras células inmunitarias (polimorfonucleares y macrófagos), que aumentarán las lesiones.
Las enfermedades autoinmunes son comunes y afectan a un total del 3-5% de la población en países como Francia. Esquemáticamente, hay dos tipos principales de enfermedades autoinmunes:
- Las enfermedades autoinmunes sistémicas, es decir
Las enfermedades autoinmunes afectan a un total de entre el 3 y el 5% de la población en los países occidentales, pero el lupus sistémico es una enfermedad rara que afecta a entre 300.000 y 400.000 pacientes en Europa.