La esplenectomía, o extirpación del bazo, es un procedimiento relativamente benigno con pocos riesgos inmediatos. En cambio, a largo plazo, tiene dos consecuencias importantes: la primera, un aumento transitorio del número de plaquetas en la sangre, y la segunda, una disminución de la resistencia del sistema inmunitario a ciertas infecciones, en particular las provocadas por neumococos. Esto justifica la vacunación antineumocócica de rutina antes de la cirugía y el tratamiento agresivo de cualquier inicio de infección en los sujetos que ya no tienen bazo.